Caja

Dia 7

El niño estaba ansioso por recibir su regalo, era de madrugada y el cielo se veia color terracota. El mundo estaba totalmente desvastado pero el seguia creciendo y tenia que seguir siendo fiel a sus principios. El padre entro con las manos atras de la espalda el ya sabia que escondia algo, pero ese algo que calidad tendria, no queria algun juguete pasado de moda, ni tampoco algo muy sofisticado, en realidad queria algo que lo distinguiera.
El padre comenzo el ritual de la manera que siempre se habia echo contandole una historia. Le vaticino que lo que le iba a dar, era una reliquia que venia de generacion en generacion y habia pasado por esas manos durante siglos, habia soportado guerras y derrumbes, sabiendo esto solo tenia que cuidarlo, lo unico malo que le podia suceder era perderse.
Extendio su mano y le regalo una caja muy extraña, al principio parecia de cristal y de un color negro opaco, pero si la mirabas bien podias ver pequeñas pintitas luminosas. Cada pintita parecia moverse y con el pasar del tiempo descubrio mas y mas puntos. Intrigado consiguio algunos elementos para ver mas en profundidad la caja y descubrio una serie de diferencias entre estos redondeles que ahora parecian algunos mas grandes que otros y con distintas luminocidades, es mas en un lado la caja parecia poseer una gran esfera que parecia de fuego y siempre observaba ese sector, algo en ella le llamaba la atencion, parecia poseer una gran atraccion con otras bolitas del cuadrado. Varias veces habia tirado la caja al suelo y algunas esferas habian chocado creando luces y esploxiones dentro de la caja, ademas queria averiguar que extraña razon las mantenia flotando sobre ese inmenso negro, pero todas estas dudas se callaban cuando al caer la noche se acostaba para consiliar sus sueños, pero siempre con su juguete al lado, siempre vigilando sin saberlo a sus mundos, el ahora era dueño de los mundos, el vigilante y quizas el dios que nadie nunca habia conocido, un niño travieso.