Carnal

Día 47 relación.

Quién dijo que era fácil. Otra cosa más inexplicable. Más no podría perder tiempo, entre suspicacias. Creo que no puedo escribir más canciones de amor por que no creo en el. Muerde en la misma mano que acaricia, y es eso que nos hace amar, los que nos hace luego mentir y odiar. Me encanta esta linea para incluir en alguna próxima canción mía, que parezca calificada para entonar esta particularidad. Los reproches me suelen ser tan cotidianos que no es falta de merito o de cordura, ni menos de sentimiento, solo que me son aburridos, harto iguales a miles de costumbrismos que se repelen. A demás la posición más cobarde de todas es la critica, es una forma fácil de ataque pero que no presenta modestia para le defensa, es más no importa si lo que se esta tomando como herramienta del ataque es más débil que su viceversa en el atacante. es un gris constante. No se puede presentar una queja y hacer esa queja cotidiana en la relación pues el otro si es un poco metódico sabrá tener memoria y lograr así mantener terreno ganado en esta ardua guerra. "Cuanto más tardes en enfadarte y luego perdonarme, habrás de perder el doble que si solo me perdonas". Obvio que tomo esta frase para cosas redundantes que son las que más nos acosan habitualmente.
Pero este poema deforme por miles de brazas algún día se termina, concluye con la normalidad de las cosas, donde todo es claro y la razón con la que contesto las cuestiones es la lógica que domina y además perdona las salvedades. No podríamos comportarnos de un modo más ocasional cada vez. O es menester generar esta onírica forma de actuar entre el bien y el mal. No lo se y no tengo tiempo acorde para desperdiciar en estos formatos ya anticuados, con la lógica del análisis me conformo y no por tibio por ser autodidacta de las causas que me acometieron en los años a esta parte para que genere esta coraza que mantiene apartado al corazón de mis manos y de mi razón.

Letargo

Día 46 de salidas

Cada vez que despierto en esta cama es para levantarme. No comprendo bien los modales y prefiero dejar de lado las apariencias, que si las mantuviera ahora no estaría contando nada más que una breve charla de bar carente de sentido especifico. Y así me paso el día preguntándome que fue peor si tener ese tipo de relaciones mundanas o sentirlas periféricas. Pero no me animo a preguntarlo al común estereotipo, creo que me conjugaria en la base de la equivocacion ya que la critica que me aventura a la nostalgia pensé taciturna sobre su cabeza.
Y que me importa lo que dirán mientras siempre me tengan en cuenta, no me interesa si bien o mal...Solo que me tengan, necesito mala fama y publicidad viceral, así que adelante laceren mi cuerpo ya que esta de oferta.
Creo que vivir en un mundo animado me esta desesperando, donde parece que el libro se termina a la próxima hoja y nunca existe próxima hoja o más bien siempre agregan varias hojas al guión.
Y no es que este enfadado ni nefasto consigo mismo es que las pequeñeces me consternan más de la cuenta, las relaciones que ya no quiero tener, las imagenes superfluas y la intención de incluir en el espacio tiempo un formato inrreproducible para mi.
Lo siento en este aspecto prefiero seguir siendo así. Indescriptible.

In Mundo

In-Mundo

El mundo contra mi. Parece causal indulgente. ¿Y yo pretendo algo?. Basta, parece que utilizo este libreto en forma de expulsar mis fantasmas que a la cordialidad nunca se van. Puedo predecir un destino tan puril como sangriento. Seamos sinceros, todo esta perdido y yo pretendo cambiar algo, tu educación, la forma de gesticular, la indiosincracia con la que te plasmas. No se ni por que vocifero, será por mera aprención de todo lo aprendido hasta entonces. Creo que me toco el camino más particular, no puedo definir complicado o sufrido por que en ese mismo instante estaría siendo un verdugo consigo mismo, simplemente lo llamo particular. Y es por que consumo una excelencia tan material que casi me consume a mi mismo, pero si pudíera verlo de otro modo, que feliz sería. Si fuera un estupido de fin de semana, las cosas no serían tan flagelantes. Afirmo; Como la carroña que tanto desprecio, desprejuicio todo lo antes criticado, sigo el camino sinuoso de la mortalidad y anhelo grandes esperanzas enfrascadas en pocas canciones. Tan sin igual que todas las canciones sean tristes, yo no podré conseguir vivir feliz con la ausencia de la simplicidad y hasta pediría si se me es preguntado, un poco de complicidad de la misma para que los veranos que parecen tan merecedores de la algarabia me sean más largos, aunque parecería que pertenezco al invierno.

Declaración de Sentencia de Martin Lugoñez. ( ejecutado donde quiera que este)

¿Tendrá algo que ver?

Día 42

¿Tendrá algo que ver? Mañana cumplo 24 años y es la publicación número 42. Si le contaramos esto a la abuela seguramente nos mandaría al shaman más cercano para qeu nos adivine la suerte, pero mi abuela vive mirando la tele y casi que ya no hablamos de la soledad.
Podría referirme a este festejo tan acordado con la mitad de nuestro año recorrido como un sin fin de maneras de llegar, pero no elijo las comunes, sino que me posiciono al lado de mis fantasmas. ¿Tendré que percibir algo que me perturba y por esa conjunción sentirme así? o simplemente es el miedo al tiempo y a la desvastación del mismo. Recordamos que morimos pero nos creemos eternos en la inocuidad de la linea, ni hablar de los modales, son tan correctos para que nadie se perturbe que casi temo por ello. Tanto tiempo festejando que somos más que un simple recorrido en la temporabilidad de las palabras, de las situaciones y de los superfluos. Quizas no tenemos que perder tiempo en las minimas y enmendarnos hacia las grandiosas y gigantes que el viento nos depara. Como verán nombro muchisimo al viento y al tiempo, y es debido que desde años despierto con los ruidos del tiempo mientras recorre el viento.

"Lluvia en un 8 de agosto"

día 40 (8/8/83)

Agosto 8 2006

Se escurre entre la tela del mantel, el sórdido ruido de la noche en el viento. La melodía que escapa al augurio, parece por un momento feliz, pero mira a la cúspide celestial y se siente pertenecer al confín de la eternidad. Por momentos siente que debe llorar, por otros que algo necesita romperse. Mira nuevamente las estrellas y entiende que el cielo y la noche es la conjunción perfecta para el equivalente de la tristeza. La mitad de esas luces permanece muerta en la soledad del tiempo. Creemos que tenemos todo el tiempo que queremos pero nos encontramos acorralados con el final de tu espectro que nos llama a cada segundo y que recorre cada gota de nuestro sudor para hacernos saber hombres.
Un tumor le perturba la vida y ya le importa, una llamada en espera siempre latente y se convirtió en un castillo vació de pretensiones y con polvo del amor. La quimera perfecta para pararse frente a ese vació tan fabulador que no se deja caer.
Regresa su pasado le acaricia la mejilla y le recuerda a los seres que ya no están, a esos fantasmas compañeros y que solo se es en la niñez feliz y despreocupado cuando el mundo es simplemente tan estrecho como queramos y sin razón nuestra mente no se inquieta tan fácilmente. Siempre halla la forma de llegar, de regresar y de levantar la mano para salir al baño y escaparse entre los pasillos de sus recuerdos, un te , un disco de vinilo, un amor de letras, un compañero de siestas, un reproche y por que no un padre que lo espera con otro título más acertado entre las conjunciones de abuelo.
Fascina escucharlo pero sabe que esta solo, frío, apartado, descuidado y escupido por la sociedad que lo inmaculó, o por lo menos el así lo creyó en su fabula. Pero sabe a ciencia cierta que el acuerdo nunca fue violado cada cual recuerda como era feliz el otro y así se despidieron sin darse la mano pero con el recuerdo intacto.

Agosto 23 2008

Es la segunda vez que entro a estos pasillos, el olor a humedad mezclada con el leve hedor de excremento mal limpiado en los calabozos es penetrante hasta la garganta. Sin embargo me preocupa que mis manos sudan fervientemente, y el día es totalmente gris. Afuera ni siquiera hace calor, pero cada vez que vengo a verlo me pongo totalmente melancólico y nervioso, es como un apóstol de la soledad y de la creación de sentimientos adormecidos con la huella del tiempo. Me llamó abrumado diciendo que no podía seguir escribiendo el capitulo 11 y que me necesitaba. No tengo intenciones de volver a saber de él, o leer esos capítulos que escandalizan la bondad que conocemos pero carezco de sentido común y aquí estoy a una puerta de su calabozo…

Historia entre ravioles de zapallo

día 40 No anda bien el teclado

Hoy lo hablaba con Agustín. Esto sería como un refresco para dentro de varios años mios, así que si quieren ni se molesten.

Siempre pensabamos que en algún punto la humanidad habaia dado el vuelco triunfal hacía la perdición espiritual del ser. y descubrimos; nada nuevo en realidad; que en la ultima decada del siglo XIX con la industrialización, la concepción de las masas y la individualidad se genero ese gran mounstruo que ya no podemos parar y qeu cada día consume más y más. En una linealidad de solo 100 años de proceso emergente creamos varias guerras y potencias que degeneraron la idiosincracia de los dioses. No por ello postulamos que esto este mal, ni tampoco conocemos la forma que hubiera sido idealista, no por no poder formularla, pero deveriamos estar en ese tramo temporal que ya se nos escapo repleto de concecuencias. Creemos que sabemos como solucionar las anormalidades que existen hoy en día pero en realidad seguimos parados frente al mounstruo tratando de llegar a un tratad0 igual de conveniente para las dos partes, ninguno desea perder y las cosas siguen distantes. Así como las civilizaciones se afirman, se desmoronan y creo que para nuestra civilización 100 años de auge a favor de la destrucción masiva an sido demasiado generosos. Pero así también será la caida el día que tropesemos...

con esto nos levantamos y nos fuimos a rendir.

Juan parecía Raro

Día 38 Sin sol Todavía.

Recuerdo el día que te invite a tomar el te. Parecías más cercana. Ahora la sangre corta mis manos y el pudor de pueblo me puede, te veo a la distancia y suspiro amores cabizbajos. Tan indiferente es tu sonrisa hondonada. Mis pies todavía están afiebrados de la nostalgia de los caminos. ¿Debo hacer algo? Mas no podría permitírmelo, ya arruine el almuerzo que tanto esperaban para este domingo.
Quizás... No. Esta bien dejémoslo como que nada sucedió, el río nunca fuerza su caudal. Las gaviotas siempre marchan en algún momento al sur, simplemente sería mejor si supiera cuando es que marchar parece lo correcto.
Y Juan bajo la mirada, trago un poco de humo gris de su cigarrillo y continúo mirando la ventana ausente. Una pequeña luz modificaba las sombras y le avisaba que ella estaba en casa, una vez más escupió el humo, tiro la colilla con un gesto de resignación y se marcho tarareando la melodía más triste que se le vino a la memoria. El día seguiría siendo gris por varios soles más.

Esta canción me pone melancolico pero melodramatico también

Día 37 nublado

¿Y que puedo esperar desde un banco vació?. ¿Desde la fonética absurda?. Todas esas flores se marchitan cuando el sol se va. Y a mi no me complace ningún color ya. Simplemente me di cuenta que estoy solo. Harto solo. Escuchando el disco que antes me hacia sonreír y ni siquiera eso. Las construcciones atemporales son tan difusas que prefiero alguien que me quiera en la primavera. ¿Y si el sol no sale más?. La era glaciar se acerca sublime sobre nuestros rostros. Todo será equitativo y nos devolverán lo que nosotros cultivamos en grandes cantidades, hasta estaría satisfecho. ¿No los devuelven todo de una vez?. Perfecto.
Si no estamos heridos no estamos contentos y creemos que la perfección de las vinculaciones esta en la corteza de nuestros hechos y naufragamos duramente en el tiempo, espacio de costumbres y lógicas maltrechas. Los pasajes son tan estrechos que no puedo dormir nunca más. Los inmensos rascacielos nos devoran y los científicos que nos matan con sus químicos duermen luego de besar a sus hijos. Dos por lo menos sino hablarían mal de ellos.
Pero ese rostro sigue proyectándose en las nubes y me nubla la visión y no recuerdo por que estoy aquí, que me encomendaron, ¿o simplemente es un perverso juego? Creo que la perversidad es la antagonia de la diversión en estos días y si somos tu semejanza no me sorprendería que dicha cualidad sea tan sensata. Si las paredes hablaran nos dejarían sordos. ¿Pero puedo yo quejarme?, ya lo estoy haciendo de echo, aunque se fehacientemente que lo que diga me hará más hipócrita de lo que ya soy. Que todas mis quejas quedan mistificadas en la redundancia del consumo y que si verdaderamente quisiera las cosas las disfrutaría. Se que la humanidad a condenado su bienestar al demonio en uno de los tramos de su evolución, pero no puedo simplificar en donde, además de lograrlo tampoco podría cambiar todos esos aspectos. Sería casi un castigo predestinado. Y me sigo quejando, si todo fuera perfecto sería tan aburrido, si alguien me susurrara al oído la tradición de la muerte no tendría razones para desvelarme algunos domingos. Si el amor me fuera fácil no sabría para que sirven los corazones rotos. Si la humanidad supiera el camino nunca sufriría. Y eso no implica lo aburrida que se vería. Por eso creo que nos dejan a pañales mojados los datos de nuestras amargas vidas, cayendo en lo cotidiano, en lo absurdo y plasmando en sueños tan empíricos cosas que creímos que fuimos pero que nunca seremos, por ser unos simples idiotas y por creer romper los moldes cuando en realidad no podemos romper ni la continuidad del tiempo. Y nadie lo ha hecho, el sendero esta marcado y la desviación nos viene discontinua, el pormenor de la vida y la sensación del amor están en doble fila. La misericordia queda estancada en un acido estomacal y la mayoría de las manufacturas quedan registradas en un arcon con olor acido y podrido. Casuelas de amargos huesos putrefactos con olor a la nada y a el vació más espectacular, gusanos suculentos y el gusto rancio de la sal. No pretendo que me entiendan si ese tampoco es un justificativo para todo este circo. Simplemente paso la vida en reproches pasajeros, ampollas de dulces caseros y una alucinación con gusto a verano en el amor.