In Mundo

In-Mundo

El mundo contra mi. Parece causal indulgente. ¿Y yo pretendo algo?. Basta, parece que utilizo este libreto en forma de expulsar mis fantasmas que a la cordialidad nunca se van. Puedo predecir un destino tan puril como sangriento. Seamos sinceros, todo esta perdido y yo pretendo cambiar algo, tu educación, la forma de gesticular, la indiosincracia con la que te plasmas. No se ni por que vocifero, será por mera aprención de todo lo aprendido hasta entonces. Creo que me toco el camino más particular, no puedo definir complicado o sufrido por que en ese mismo instante estaría siendo un verdugo consigo mismo, simplemente lo llamo particular. Y es por que consumo una excelencia tan material que casi me consume a mi mismo, pero si pudíera verlo de otro modo, que feliz sería. Si fuera un estupido de fin de semana, las cosas no serían tan flagelantes. Afirmo; Como la carroña que tanto desprecio, desprejuicio todo lo antes criticado, sigo el camino sinuoso de la mortalidad y anhelo grandes esperanzas enfrascadas en pocas canciones. Tan sin igual que todas las canciones sean tristes, yo no podré conseguir vivir feliz con la ausencia de la simplicidad y hasta pediría si se me es preguntado, un poco de complicidad de la misma para que los veranos que parecen tan merecedores de la algarabia me sean más largos, aunque parecería que pertenezco al invierno.

Declaración de Sentencia de Martin Lugoñez. ( ejecutado donde quiera que este)

¿Tendrá algo que ver?

Día 42

¿Tendrá algo que ver? Mañana cumplo 24 años y es la publicación número 42. Si le contaramos esto a la abuela seguramente nos mandaría al shaman más cercano para qeu nos adivine la suerte, pero mi abuela vive mirando la tele y casi que ya no hablamos de la soledad.
Podría referirme a este festejo tan acordado con la mitad de nuestro año recorrido como un sin fin de maneras de llegar, pero no elijo las comunes, sino que me posiciono al lado de mis fantasmas. ¿Tendré que percibir algo que me perturba y por esa conjunción sentirme así? o simplemente es el miedo al tiempo y a la desvastación del mismo. Recordamos que morimos pero nos creemos eternos en la inocuidad de la linea, ni hablar de los modales, son tan correctos para que nadie se perturbe que casi temo por ello. Tanto tiempo festejando que somos más que un simple recorrido en la temporabilidad de las palabras, de las situaciones y de los superfluos. Quizas no tenemos que perder tiempo en las minimas y enmendarnos hacia las grandiosas y gigantes que el viento nos depara. Como verán nombro muchisimo al viento y al tiempo, y es debido que desde años despierto con los ruidos del tiempo mientras recorre el viento.