Anexo de Mariel para Distintas Nociones de Historia

Dia 13

Era la segunda vez después de ocho años. Una segunda vez con algo de esperanza en deshacer (o completar) el desencanto de una primera, de ese reencuentro casual en el bar Merlo, en la estación de Merlo, una semana atrás, en el que de a poco se habían montado pequeños recuerdos de universidad y del poco tiempo que pasaron juntos. De algo que había sido tan intenso e irrecuperable. Y quizá fue por eso, que cedieron a la conversación, a besarse torpes, no podría decirse felices. Quizá esa infelicidad escondida desde siempre los había convencido a una cita más íntima. Pero cómo descubrir los motivos, eso estaba muy dentro de ellos mismos. De cada uno por separado.Esta era la segunda vez, y se citaron en la estación, dejando el acto sin entremés, tratando de ir directo a la escena tácitamente acordada. Apenas caminarían unas cuadras hablando del tiempo y las rutinas, parando en algún recuerdo al encender un cigarrillo, después un hotel, un hotel de otro tiempo.Él llegó primero y esperó a Paris fumando. Iba a llover y no tenía idea de qué hora era, pero nervioso, suponía que era tarde, que Paris se retrasaba, y si no venía...por un momento pensó en irse, dejar todo como estaba, y fue allí cuando la vio doblar en la esquina guardando o acomodando un paraguas en la cartera. Una actitud distraída para no mirarlo hasta estar cerca. Entonces se besaron cómo eligiéndose las bocas y acertando, empujando los labios. Las segundas veces guardan la posibilidad de una sorpresa pero este no era el caso, ni siquiera en los primeros gestos cuando comenzaban a caminar para cruzar la estación. Se miraban pero eso era espiarse y descubrían lo mismo. Paris con la misma forma de recogerse el pelo y esa sonrisa un poco torcida. Él parecía no haber cambiado mucho su guardarropa y en cambio ella le notaba una manera nueva de mover las manos.