Cronicas Inutiles de Emonicas

31.12.06

Madrugada (Cuento completo)

Dia 23 y un poquitito más...

Al principio tenia unos seis años y no sabia como me sentía. Siempre feliz, siempre absorto. Joven para descubrir como lastimar y es por eso que la vida en esos días no tenia importancia, por que no podía sacarle tanto provecho artístico. Uno siempre olvida demasiadas cosas, es una constante. Asimila y dispersa sobre su camino los temas que no le interesan y así se crece, en una anomalía continua.
Despertamos de madrugada, es tan calido y aterrador a la ves. La sangre esta por toda la almohada, nos tocamos la nariz, pero sabemos que estamos totalmente cubiertos en ese liquido espeso y dulzon, es imposible no saborearla. No es de maquiavélico lo que estoy diciendo, vamos lo sabemos; es imposible no saborearla así como también es imposible que sigamos tan transpirados en sangre y no salgamos corriendo, pero es el terror a saber porque las manos se ven tan pálidas e iluminadas a la ves. Es un rojo pero no podemos suponer que tipo de rojo, es tan espectrante que solo podemos observarlo deslumbrados y reír dos segundos antes de comenzar a llorar sabiendo la verdad irreparable. Estamos empapados en sangre.
Empapados en nuestra propia devoción, en nuestra propia culpa y en nuestros propios demonios. No observemos si las sabanas están sudadas por que sino será mas que eso, serán las tripas, los costados desgarrados y las muñecas laceradas. El dolor naufragio de antagónica con un sombrero que nos encaja perfecto del color de la rebeldía y la desobediencia. El color empírico del amor, la pasión, el sufrimiento, la llama y el diablo bufarron.
¿así nos dormimos?. ¿Cuantos tiempos compartidos, salidas nocturnas, paseos por el shopping, engaños concretados, nos dormidos?. Recuerdo haberme dormido en una clase de preescolar pero se suponía que despertaría. Me enseñaron una mentira peligrosa y millones de juegos para mantenerme ocupado, me dieron libertades finitas y algunas agarrotadas obligaciones y con eso me mantuvieron durmiendo por muchísimos años. Me volví a dormir en mi primera ves, era totalmente aburrido y necesitaba aire. Maldita seas, esas cosas no son para hacerlas luego de merendar con la panza llena de comida, cae pesado; estaba agotando recursos y ni sabia porque.
Durante un léxico de dramaturgia descubrí un retazo de almohada en un costado y creí que si me pellizcaba era suficiente, ahora se que esto tampoco lo es. Me enseñaron sobre las luchas de clases y los ideales. Invisibles en todas partes y con nuestros brazos hemos creado Roma y gigantes ideas. Es por ello que sin saber el porque de la historia y de sus alineaciones temporales me gustaba igual, podía juzgarla y creerla perfecta, ahora pierdo todo, estribos y babor, pierdo tiempos y cuentos de primavera. Tampoco me importa, acabo de despertar empapado en sangre y todavía no hallo la forma de volver a creer en ti.
Tampoco hallo la forma de creer en las rutinarias y en los placeres. En las diferencias y en el capital, pero… ¿a quien quiero engañar?. Podría decirte miles de cosas desde el borde de la cama y no hacer ninguna de esas cosas que por unos cuantos días me llena el alma, pero toda causa tiene una consecuencia y lo pequeño derrumba a lo gigante. El único problema consiste en que nunca somos ni tan pequeños, ni demasiados gigantes, quedamos enfrascados en absurdos intentos, por eso que nunca despertamos y todos los días desde los seis años, quizás años antes, vivimos despertando madrugadas empapados en sangre.
Cerro la tapas de un golpe, giro el libro entre sus dedos, miro si había luz en el cuarto continuo, se recostó y el agua lentamente se transformo en color.
Había echo todo lo posible, se sentía mareada, el frasco se le resbalo de las manos, por un lado estaba contenta de haber conseguido todo un frasco de Purpurina, se metió a la bañadera por la cual se escurría un chorro de agua congelada, que dejaba hilos de sangre alrededor, las heridas eran profundas y al tirar la purpurina sobre su piel, cubriéndola completamente, se mezclaba con la sangre. Se metía en las heridas, las hacia mas punzantes; a la vez mas brillantes, casi gimiendo del dolor, encontró la dulzura de los colores. Casi muerta, descubrió las agradables simplezas de la vida.

2 Comments:

Blogger Virula said...

yo lo lei antes,lero lero!!!
pero se nota que ese no lo corregí...
=P

te dije que me encantó antes,te lo repito ahora...

la purpurina era violeta?no sé porque imagino que era violeta...

FELIZ AÑO!!!

besitos

8:53 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

LA PURPURINA ERA VIOLENTA...
sangre que envuelve vida desangrandose en la muerte dejando rios de dias recuerdos del beso primero,sangre que sangran tus dedos en la excitacion de la cuarta cuerda en tu guitarra,sangre que escupen las teles cualquier mediodia de mierda o de felicidad,sangre entre las piernas de esa mujer, en tu boca,liquido vital purpureo chorreando via canales de dulces pieles agujereadas por balazos feroces,sangre...como agua sucia...sangre...como agua limpia...sangran los santos sangre sin saberlo,sanando el dolor de noches sin sentido,sentados a las puertas de los cielos sin poder salir a sanar sus hemorragias de pureza,...sangrando estamos los seres sin cortarnos las venas,porque no hace falta, a veces con una puta letra, una palabra, nos rebanamos la yugular sin poder decir nada y explotan adentro las calderas sanguineas derramando dolor furia o pasion,sangraremos,hasta volver a ser.....

12:11 p. m.  

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